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Ave María purísima.
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Déjate de zarandajas y bájate los pantalones.
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Joer pater, vaya trago ¿No hay ningún biombo?
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No sé a qué viene ese pudor si te voy a ver el ojete.
Pues en esas andaba yo, en Hamburgo. Me había enterado
por los medios que existía un vidente alemán que leía el futuro a través de las
nalgas o usándolas como puerta astral al futuro.
Rumpología, quedaros con el nombre, en breve los sesudos
varones de la RAE tendrán que debatir si acogen el palabro en el diccionario.
Yo de momento lo he puesto en el corrector del Word para que no me lo subraye
en rojo.
Lo que es la vida, no le di al traductor de Google y
ahora cuando he atravesado el umbral de la videncia, me he dado cuenta con
horror que el teutón es ciego como un topo, por lo que la videncia la va a
hacer al tacto. ¡Socorro!
- Gozas vida?
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