Y con esto no me estoy refiriendo
a Rajoy, por lo menos esta vez, sino a Edward Mordrake, iba a ser el heredero
de una de las familias más nobles de Inglaterra, pero al parecer no se le puede
hacer competencia al príncipe Carlos, después de aguantar a su “alter-ego”
durante veintitrés años se suicidó y es que al parecer durante la noche no
podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica”
como él la llamaba. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse
veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara
demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus
espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra
baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.
Tiene cara de siesa
ResponderEliminarhasta yo me hubiera suicidado,me recuerda una canción: Cara malechaaaaaaaa quien te hizooooooo esa cara perdiiiiooooooo la receta
ResponderEliminarBesos
¿Compartían cerebro? por tanto, uno podría saber lo que pensaba el otro?? qué horror!!
ResponderEliminarpor eso la otra cara trataba de fastidiarle por todo... mientras dormía.
un post curioso :))
un abrazo
Hola J.A.
ResponderEliminarMe has dejado de piedra... pimera noticia que tenia de esto.
Qué espanto! una cara completa y al parecer con movimientos y gestos propios... me parece espeluznante. Pobre hombre.
Un abrazo
¡Vamos, que no se aguantaba a él mismo!
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