Si no fuera porque viene considerablemente
adelgazado, la mejor época para comprar un periódico, es el verano. Ante la
falta de noticias que dar, estos se dedican a deleitarnos con reportajes
históricos, campestres y de aventuras varias, siendo mucho más amenos que el
resto del mes. Pero… ¡ay! Con eso a pesar de la caída de la hoja que les
afecta, no terminan de llenar todas las hojas restantes que por decoro tienen
que darnos por el mismo precio, entonces aparece un fenómeno cíclico estival,
la famosa serpiente de verano, ya lo dijo Randolph Hearst, “Dadme noticias, que
la guerra la pongo yo” y a pesar que por aquello perdimos Cuba y Filipinas,
intentaré a partir de ahora recordaros antiguas serpientes, así como localizar
las que vayan surgiendo.
Hoy recordaremos un hecho totalmente risible
que sucedió en aquel sitio llamado la España profunda, que a mí me expliquen
por favor donde está.
En Belmez de la Moraleda, un 23 de Agosto de
1971, (muchos de vosotros, tiernos infantes, aun no habíais nacido) un avispado
periodista encontró la manera de vender periódicos a montones en pleno
Ferragosto, lo mejor de todo, el estilo naif del pintor, que como luego se
demostró, con un poco de agua y aceite, se hacen verdaderas virguerías.
Aquí os dejo una galería de las famosas caras.
las trolas de verano, las caras de Bélmez, las caras de Rub ahora.
ResponderEliminarSaludos blogueros
jajaja, te he leído con total solemnidad, a ti no se te puede tomar en serio.
ResponderEliminarAquí faltan algunas caras.
ResponderEliminarPara cara la que se le ha quedado a los votantes de Castilla la Mancha con la subida de sueldos de 4.000 ó 5.000 euros anuales a los jefes de gabinete de la Junta aplicada por el Gobierno de María Dolores de Cospedal para que los pobrecitos trabajen con más ganas para aplicar los recortes de empleo y sueldo del resto... Pero claro esto siempre se arregla con el "y tú más".
Muy interesante entrada. Un abrazo.
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